J.A.J./Toledo
¿Hay algo más caro que construir un aeropuerto? Sí, construir dos. Este panorama puede darse en la localidad madrileña de El Álamo, donde la Comunidad de Madrid planea inaugurar el llamado Aeropuerto del Suroeste en 2016, y la vecina población toledana de Casarrubios del Monte, donde un grupo de inversores promueven ampliar el aeródromo ya en funcionamiento de este municipio para prestar un servicio similar al del proyecto madrileño.
El vicesecretario provincial del PSOE, Jesús Fernández Vaquero, aprovechó ayer una rueda de prensa para manifestar el respaldo de su partido al proyecto toledano. Sin embargo, destacó que es partidario de la «colaboración» antes de llegar a «una guerra» con la comunidad vecina. El objetivo sería unificar los dos proyectos para que la iniciativa madrileña parta de la ampliación del aeródromo toledano, parte del cual ya está en terreno madrileño.
Vaquero dijo que toda la región «es una encrucijada perfecta» para este tipo de infraestructuras. Así, señaló que su grupo lleva trabajando una año en el apoyo a la ampliación del aeródromo casarrubiero «con discreción», en contacto con sus promotores. También matizó que la nueva empresa pública de gestión aeroportuaria aprobada el jueves por las Cortes regionales no se centrará sólo en sostener el aeropuerto de Ciudad Real, y que intervendrá en la gestión de otras instalaciones aéreas entre las que se incluiría la ampliación del aeródromo casarrubiero.
En este punto, hay que recordar que la Comunidad de Madrid lleva desde 2007 planificando la ubicación de su proyecto aeroportuario, incluyendo su conexión con autovía y tren de cercanías y una plataforma logística. Además, el Gobierno presidido por la ‘popular’ Esperanza Aguirre cuenta desde esa fecha con su propia empresa pública aeroportuaria para planificar esta instalación, que será hecha con una concesión a la empresa privada. La construcción del Aeropuerto del Suroeste será garantizada con la próxima aprobación de una Ley aeroportuaria en la Asamblea de Madrid, pactada por el PP y los socialistas madrileños. Incluso, se cuenta con un objetivo claro: recibir los vuelos deportivos y de jets de ejecutivos, que deben retirarse de los aeródromos madrileños de Cuatro Vientos (cuyo cierre está previsto) y Torrejón de Ardoz.
La oposición de vecinos de los municipios toledanos y madrileños cercanos, que temen el ruido de los vuelos, ha sido hasta ahora el único obstáculo visible al Aeropuerto del Suroeste. Sin embargo, Vaquero advertía ayer que el dominio del aeródromo de Casarrubios sobre su espacio aéreo dificulta que haya otro campo de aviación colindante.
«Pensar en ampliar esa infraestructura en contra de la Comunidad de Madrid sería un error garrafal», reconocía Vaquero, pero añadía «que la Comunidad de Madrid estudie expropiar el espacio aéreo de un particular -los gestores del aeródromo de Casarrubios- no tiene sentido», recordando sus derechos adquiridos al estar funcionando esta instalación desde hace 11 años. Por ello, vio como «más razonable un acuerdo entre Castilla-La Mancha, la Comunidad de Madrid y los promotores».
En todo caso, avisó que la Junta prepara la declaración de la ampliación del aeródromo toledano como Proyecto de Interés Regional para respaldarlo.
Optan al ‘pastel’ de los 1.000 millones
En la justificación económica de su proyecto, la Comunidad de Madrid estima que el futuro aeropuerto puede generar un volumen de negocio de 1.000 millones de euros. Frente a esto, Vaquero expone la realidad del aeródromo de Casarrubios, que en la actualidad ya genera unos 160 puestos de trabajo.
¿Hay algo más caro que construir un aeropuerto? Sí, construir dos. Este panorama puede darse en la localidad madrileña de El Álamo, donde la Comunidad de Madrid planea inaugurar el llamado Aeropuerto del Suroeste en 2016, y la vecina población toledana de Casarrubios del Monte, donde un grupo de inversores promueven ampliar el aeródromo ya en funcionamiento de este municipio para prestar un servicio similar al del proyecto madrileño.
El vicesecretario provincial del PSOE, Jesús Fernández Vaquero, aprovechó ayer una rueda de prensa para manifestar el respaldo de su partido al proyecto toledano. Sin embargo, destacó que es partidario de la «colaboración» antes de llegar a «una guerra» con la comunidad vecina. El objetivo sería unificar los dos proyectos para que la iniciativa madrileña parta de la ampliación del aeródromo toledano, parte del cual ya está en terreno madrileño.
Vaquero dijo que toda la región «es una encrucijada perfecta» para este tipo de infraestructuras. Así, señaló que su grupo lleva trabajando una año en el apoyo a la ampliación del aeródromo casarrubiero «con discreción», en contacto con sus promotores. También matizó que la nueva empresa pública de gestión aeroportuaria aprobada el jueves por las Cortes regionales no se centrará sólo en sostener el aeropuerto de Ciudad Real, y que intervendrá en la gestión de otras instalaciones aéreas entre las que se incluiría la ampliación del aeródromo casarrubiero.
En este punto, hay que recordar que la Comunidad de Madrid lleva desde 2007 planificando la ubicación de su proyecto aeroportuario, incluyendo su conexión con autovía y tren de cercanías y una plataforma logística. Además, el Gobierno presidido por la ‘popular’ Esperanza Aguirre cuenta desde esa fecha con su propia empresa pública aeroportuaria para planificar esta instalación, que será hecha con una concesión a la empresa privada. La construcción del Aeropuerto del Suroeste será garantizada con la próxima aprobación de una Ley aeroportuaria en la Asamblea de Madrid, pactada por el PP y los socialistas madrileños. Incluso, se cuenta con un objetivo claro: recibir los vuelos deportivos y de jets de ejecutivos, que deben retirarse de los aeródromos madrileños de Cuatro Vientos (cuyo cierre está previsto) y Torrejón de Ardoz.
La oposición de vecinos de los municipios toledanos y madrileños cercanos, que temen el ruido de los vuelos, ha sido hasta ahora el único obstáculo visible al Aeropuerto del Suroeste. Sin embargo, Vaquero advertía ayer que el dominio del aeródromo de Casarrubios sobre su espacio aéreo dificulta que haya otro campo de aviación colindante.
«Pensar en ampliar esa infraestructura en contra de la Comunidad de Madrid sería un error garrafal», reconocía Vaquero, pero añadía «que la Comunidad de Madrid estudie expropiar el espacio aéreo de un particular -los gestores del aeródromo de Casarrubios- no tiene sentido», recordando sus derechos adquiridos al estar funcionando esta instalación desde hace 11 años. Por ello, vio como «más razonable un acuerdo entre Castilla-La Mancha, la Comunidad de Madrid y los promotores».
En todo caso, avisó que la Junta prepara la declaración de la ampliación del aeródromo toledano como Proyecto de Interés Regional para respaldarlo.
Optan al ‘pastel’ de los 1.000 millones
En la justificación económica de su proyecto, la Comunidad de Madrid estima que el futuro aeropuerto puede generar un volumen de negocio de 1.000 millones de euros. Frente a esto, Vaquero expone la realidad del aeródromo de Casarrubios, que en la actualidad ya genera unos 160 puestos de trabajo.
http://www.latribunadetoledo.es/noticia.cfm/PRovincia/20100612/vaquero/quiere/evitar/guerra/madrid/construir/aeropuerto/280EFD72-0089-BF04-D2840D3A3816E46F
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