Curiosamente, el proyecto de nuevo aeródromo de Chozas está promovido por la empresa Aerohobby, la misma que gestiona un aeródromo que ya funciona en las cercanías, el de Casarrubios. Este último campo de aviación paradójicamente, puede ser ahora el principal obstáculo para que salga adelante el mayor proyecto aéreo previsto en la zona, el Aeropuerto del Suroeste.
La gran instalación planeada por el Gobierno regional de Madrid en la frontera con Toledo, absorberá todos los vuelos deportivos y de jets privados de esta Comunidad. Sin embargo, cuando el Gobierno lo incluyó en su Plan de Infraestructuras Aeroportuarias, en 2007, reconocía un defecto. Se especifica textualmente que «la Comunidad -madrileña- impulsará los acuerdos oportunos con el aeropuerto privado de Casarrubios... con el fin de evitar cualquier interferencia entre los espacios aéreos de ambas infraestructuras».
Dicho de otro modo, ambas instalaciones están tan próximas que podrían cruzarse sus pasillos aéreos de despegue y aterrizaje, con el lógico riesgo de colisión. Fuentes conocedoras de la navegación aérea señalan que esta eventualidad sólo podría evitarse si la pista del nuevo aeropuerto madrileño se construye para que su trazado vaya paralelo al del aeródromo casarrubiero. En caso contrario, sólo le quedaría llegar a un acuerdo con Aerohobby para que traslade su actividad en Casarrubios.
Por otra parte, la Comunidad de Madrid ya ha sacado a concurso la redacción del proyecto de puesta en marcha del aeropuerto, por un valor de 1,7 millones. Para finales de junio, podría conocerse la empresa que se encargará de diseñar esta instalación.
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